Bajo la dirección de Natalia Grobocopatel y con amplias vistas a la renovada Plaza Las Heras, OnceSiete Estudio de Arte abrió sus puertas en un edificio francés del siglo XIX. Entre los invitados al cocktail de apertura, estuvieron presentes: Cecilia Roth, Lalo Mir, Teresa Calandra, Cecilia Zuberbuhler, Jessica Trosman y los artistas Luis Felipe Noé, Hugo Laurencena y Nicola Costantino.
La galería presentó su primera exposición “Apenas un ejercicio pictórico” del artista Felipe Pino, con la curaduría de María Teresa Constantin. También se exhibieron obras de diferentes artistas dentro del marco de una exposición colectiva titulada “Contrapuntos”.

El espacio, ubicado en la intersección de las avenidas Las Heras y Scalabrini Ortiz (Av. Las Heras 3702 7ºA) está concebido con el espíritu de un hogar, más que de una galería convencional. De esta manera, cada ambiente de esta “casa de arte” tiene su encanto y mantiene la personalidad arquitectónica de su época.
En esta gran “casa de arte” convergen el intercambio de obras y el acompañamiento en el crecimiento de la carrera de los artistas, con el desarrollo de diversas propuestas de formación como cursos, clínicas, charlas con coleccionistas y debates abiertos a toda la comunidad cultural.
OnceSiete nace como respuesta a la necesidad de un lugar donde puedan converger el intercambio de obras de arte y el acompañamiento en el crecimiento de la carrera de los artistas, con el desarrollo de diversas propuestas de formación como cursos, clínicas, charlas con coleccionistas y debates abiertos a toda la comunidad cultural.


Para alcanzar sus objetivos y sostener una fuerte promoción y difusión de sus talentos, OnceSiete también propone dar a conocer a sus artistas local e internacionalmente, a través de la participación en ferias de arte nacionales y en el exterior. Su misión: promover, acompañar y exhibir obras de arte de primer nivel elegidas no sólo entre artistas del universo contemporáneo, sino también entre lo más audaz de los grandes maestros.
THE RED EYE / INAUGURACIÓN ONCE SIETE – ESTUDIO DE ARTE
ONCE SIETE / ESTUDIO DE ARTE
Visitas: Lunes a viernes de 13 a 19 / Sábados de 14 a 16.
Otros horarios: consultar.
Av. Las Heras 3702 7ºA, esq. Scalabrini Ortiz.
Exposiciones actuales / 8 de mayo al 19 de junio
–
CONTRAPUNTOS
Exposición colectiva
Abrimos las puertas de Once Siete, estudio de arte, para compartir nuestra primera exposición colectiva titulada Contrapuntos. Se trata, antes que nada, de una muestra que busca ser la ostentación de disparidades. Queremos poner de relieve la diversidad y la vitalidad de las obras producidas por nuestros artistas.
Un contrapunto es una concordancia armoniosa de voces opuestas. En esta exposición inaugural, le damos la palabra a un coro de imágenes desplegadas para ser una y mil modulaciones a la vez. Presentaremos diversas técnicas elegidas por nuestros artistas para representar la figura humana y la naturaleza, siempre fuente de inspiración; también contamos con algunos caprichos abstractos, gestuales, urgentes; se observan vínculos dispares con la tradición, desde la conversación superadora con la estampa japonesa hasta el regodeo lúdico y onírico del collage, juegos propios del arte contemporáneo; y el color, gran protagonista, como un manto que todo lo cubre. Con confianza en las oposiciones más elementales, como aquellas que se dan entre la figuración y la abstracción, construimos en cada pared una serie de paisajes en un equilibrio que es tanto efímero como profundo confiando en la capacidad del vacío como organizador del espacio plástico.
Contrapuntos es la primera exposición de Once Siete Estudio de arte con obras de Adriana Ablin, Gabriel Baggio, Mauricio Garrido, Elisa Insúa, Juan Lado, Chino Morgante, Fernando O’Connor y Alejandro Somaschini
APENAS UN EJERCICIO PICTÓRICO
Felipe Pino
“una pintura puede representar, o no, algo
del mundo, pero siempre nace de la experiencia
que el artista tiene de lo visible”
Siri Hustvedt.
Una mirada al conjunto de la producción de Felipe Pino nos revela justamente que lo que la experiencia del artista nos ofrece es única, bella, bribona, poética, tramposa, seductora. Una experiencia y una mirada única, al bies, que parece permitirle atravesar aquello que el resto, nosotros, solo pudo sobrevolar.
En efecto, si hace algunos años, para otra exposición de Pino, podíamos afirmar que las obras exhibidas habían abandonado la fuente de su repositorio de imágenes tomadas de la azarosa acumulación de objetos para proponer pistas de aproximación lúdica al mundo contemporáneo, el artista parece ofrecer ahora un nuevo desvío.
Se trata esta vez de una serie casi infinita de trabajos de pequeño formato. Así, lo que comenzó como un ejercicio de dibujo condicionado por el entorno, en ratos libres o fuera del taller, se transformó en una casi alucinada maratón de pequeñas pinturas. Como si buscara ofrecer una lectura distanciada y amplia del mundo, un hilo enrollado (a desenrollar) o un símbolo del infinito, como en sus imágenes. Un trabajo sostenido desde una singular síntesis de cultura visual que barre desde escenas bíblicas (con especial énfasis en episodios siniestros), el mundo mágico de las Mil y Una Noches, los Incas, las Vanguardias del siglo XX, hasta la contemporaneidad. La fotografía y el cine ofrecen un nicho que le atrae especialmente: Steve Maccurry, Eugene Smith, Rene Burri, Henri Cartier Bresson, Bruce Gilden. Aquellos con miradas similares a la suya a los que puede sustraer solo la diagonal abstracta de una escena, un espacio fuera de la norma o la deformidad en un rostro cotidiano. Un ejercicio de rapiña de imágenes contaminado por la polución visual contemporánea. En ocasiones, con absoluto desprejuicio, se trata de collages de dibujos propios o un jocoso y refinado galanteo con la abstracción, como en El ataque del rojo y el contraataque del verde.
David Seymur, uno de los fotógrafos mirado por Pino decía que “mi vida ha sido siempre un montón de piezas fragmentadas. Estoy intentando darle sentido”. Como si le respondiera, Felipe Pino ofrece, cauteloso, pequeñas ventanas para asomarnos a rondar la complejidad del mundo.
María Teresa Constantin.